A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás.
Dios nos enseña que, cuando el Espíritu Santo nos da alguna capacidad especial, lo hace para que procuremos el bien de los demás.
A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común,
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Pero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho.