Ester 4:3

Y en cada provincia y lugar a donde llegaba la orden del rey y su decreto, los judíos tenían gran duelo, ayuno, llanto y lamentación; cilicio y ceniza eran la cama de muchos.

Otras versiones de la Biblia

En cada provincia adonde llegaban el edicto y la orden del rey, había gran duelo entre los judíos, con ayuno, llanto y lamentos. Muchos de ellos, vestidos de luto, se tendían sobre la ceniza.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Cuando se conocieron las órdenes del rey en las distintas provincias, los judíos se pusieron muy tristes. No comían nada, lloraban amargamente, y la mayoría de ellos se acostó sobre ceniza y se puso ropa áspera.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

En todas las provincias, dondequiera que se publicaban la palabra y el edicto real, había entre los judíos gran duelo, ayunos y lágrimas y lamentos, y a muchos el sayal y la ceniza les sirvió de lecho.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos grande duelo, y ayuno, y lloro, y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 2
    Así llegó hasta la puerta real, pues no estaba permitido pasar por la puerta real vestido de cilicio.
  • 3
    Y en cada provincia y lugar a donde llegaba la orden del rey y su decreto, los judíos tenían gran duelo, ayuno, llanto y lamentación; cilicio y ceniza eran la cama de muchos.
  • 4
    Las jóvenes de Ester y sus eunucos fueron y se lo contaron, y la reina se estremeció muchísimo. Ella envió ropa para vestir a Mardoqueo y quitarle de encima el cilicio; pero él no la aceptó.

Imagen del verso

Y en cada provincia y lugar a donde llegaba la orden del rey y su decreto, los judíos tenían gran duelo, ayuno, llanto y lamentación; cilicio y ceniza eran la cama de muchos. - Ester 4:3