Jeremías 2:27

los que dicen a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú me has dado a luz.’ 'Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: ‘¡Levántate y líbranos!’

Otras versiones de la Biblia

A un trozo de madera le dicen: Tú eres mi padre, y a una piedra le repiten: Tú me has dado a luz. Me han vuelto la espalda; no me quieren dar la cara. Pero les llega la desgracia y me dicen: ¡Levántate y sálvanos!

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

”Ustedes, israelitas, llaman ‘padre’ a un pedazo de madera; ¡llaman ‘madre’ a una piedra! Me dan la espalda y no me miran a la cara, pero en cuanto están en peligro gritan pidiéndome ayuda.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

los que dicen al madero: «Mi padre eres tú», y a la piedra: «Tú me diste a luz.» Tras de volverme la espalda, que no la cara, al tiempo de su mal dice: «¡Levántate y sálvanos!»

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

que dicen a un leño: Mi padre eres tú; y a una piedra: Tú me has engendrado. Porque me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su calamidad dicen: Levántate, y líbranos.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Que dicen al leño: Mi padre eres tú; y a la piedra: Tú me has engendrado: pues me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su trabajo dicen: Levántate, y líbranos.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 26
    'Como el ladrón se avergüenza cuando es sorprendido, así se avergonzarán los de la casa de Israel—ellos, sus reyes, sus magistrados, sus sacerdotes y sus profetas—,
  • 27
    los que dicen a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú me has dado a luz.’ 'Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: ‘¡Levántate y líbranos!’
  • 28
    Pero, ¿dónde están tus dioses que te hiciste? ¡Que se levanten, si te han de librar en el tiempo de tu desgracia! Porque según el número de tus ciudades, oh Judá, han sido tus dioses.

Imagen del verso

los que dicen a un árbol: ‘Tú eres mi padre’, y a una piedra: ‘Tú me has dado a luz.’ 'Ciertamente me han dado las espaldas y no la cara, pero en el tiempo de su angustia dicen: ‘¡Levántate y líbranos!’ - Jeremías 2:27