Jeremías 2:7

Yo os introduje en una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de lo bueno de ella. Pero cuando entrasteis, contaminasteis mi tierra y convertisteis mi heredad en abominación.

Otras versiones de la Biblia

Yo los traje a una tierra fértil, para que comieran de sus frutos y de su abundancia. Pero ustedes vinieron y *contaminaron mi tierra; hicieron de mi heredad algo abominable.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Fui yo quien los trajo a esta buena tierra, donde hay comida en abundancia. Pero llegaron ustedes y todo lo ensuciaron; ¡convirtieron mi tierra en un lugar asqueroso!

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Luego os traje a la tierra del vergel, para comer su fruto y su bien. Llegasteis y ensuciasteis mi tierra, y pusisteis mi heredad asquerosa.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Y os metí en tierra de Carmelo, para que comieseis su fruto y su bien: mas entrasteis, y contaminasteis mi tierra, e hicisteis mi heredad abominable.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 6
    No dijeron: ‘¿Dónde está Jehovah, que nos hizo subir de la tierra de Egipto y nos condujo por el desierto, por una tierra árida y de hoyos, por una tierra reseca y de densa oscuridad, por una tierra por la cual ningún hombre ha pasado, ni habitó allí hombre alguno?’
  • 7
    Yo os introduje en una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de lo bueno de ella. Pero cuando entrasteis, contaminasteis mi tierra y convertisteis mi heredad en abominación.
  • 8
    Los sacerdotes no dijeron: ‘¿Dónde está Jehovah?’ Los que se ocupaban de la ley no me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal y anduvieron tras lo que no aprovecha.

Imagen del verso

Yo os introduje en una tierra fértil, para que comierais de su fruto y de lo bueno de ella. Pero cuando entrasteis, contaminasteis mi tierra y convertisteis mi heredad en abominación. - Jeremías 2:7