Jeremías 8:6

'Oí atentamente y escuché; no hablan con rectitud. No hay hombre que se arrepienta de su maldad y que diga: ‘¿Qué he hecho?’ Cada cual se ha vuelto a su carrera, como caballo que arremete en la batalla.

Otras versiones de la Biblia

He escuchado con suma atención, para ver si alguien habla con rectitud, pero nadie se *arrepiente de su maldad; nadie reconoce el mal que ha hecho. Todos siguen su loca carrera, como caballos desbocados en combate.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Los he escuchado con mucha atención, pero no hay quien diga la verdad, ni quien se arrepienta de su maldad. ¡Nadie admite que ha hecho mal! Todos hacen lo que les da la gana, ¡parecen caballos fuera de control!

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

He escuchado atentamente: no hablan a derechas. Nadie deplora su maldad diciendo: «¿Qué he hecho?» Todos se extravían, cada cual en su carrera, cual caballo que irrumpe en la batalla.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Escuché y oí; no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 5
    ¿Por qué apostata este pueblo, oh Jerusalén, con perenne apostasía? Se aferran al engaño; rehúsan volver.
  • 6
    'Oí atentamente y escuché; no hablan con rectitud. No hay hombre que se arrepienta de su maldad y que diga: ‘¿Qué he hecho?’ Cada cual se ha vuelto a su carrera, como caballo que arremete en la batalla.
  • 7
    'Hasta la cigüeña en el cielo conoce sus tiempos determinados; la tórtola, la golondrina y la grulla guardan el tiempo de sus migraciones. Pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehovah.

Imagen del verso

'Oí atentamente y escuché; no hablan con rectitud. No hay hombre que se arrepienta de su maldad y que diga: ‘¿Qué he hecho?’ Cada cual se ha vuelto a su carrera, como caballo que arremete en la batalla. - Jeremías 8:6