Marcos 8:38

Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Otras versiones de la Biblia

Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en medio de esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

»Delante de esta gente malvada que rechaza a Dios, no se avergüencen de mí ni de mis palabras. Si lo hacen, yo, el Hijo del hombre, me avergonzaré de ustedes cuando venga con el poder de mi Padre y con sus ángeles.»

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.»

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adulterina y perversa, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 36
    Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma?
  • 37
    Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma?
  • 38
    Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Imagen del verso

Pues el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. - Marcos 8:38