Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.
Dios bendice a los humildes, pues ellos recibirán la tierra prometida.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los mansos; porque ellos heredarán la tierra.