Romanos 2:1

Por lo tanto, no tienes excusa, oh hombre, no importa quién seas tú que juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo.

Otras versiones de la Biblia

Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Cuando alguno de ustedes acusa a otro de hacer algo malo, se acusa a sí mismo, porque también hace lo mismo. Así que no tiene ninguna razón de acusar y juzgar a otro,

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Por eso, no tienes excusa quienquiera que seas, tú que juzgas, pues juzgando a otros, a ti mismo te condenas, ya que obras esas mismas cosas tú que juzgas,

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 1
    Por lo tanto, no tienes excusa, oh hombre, no importa quién seas tú que juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo.
  • 2
    Pero sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que practican tales cosas.
  • 3
    Oh hombre que juzgas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, ¿supones que escaparás del juicio de Dios?

Imagen del verso

Por lo tanto, no tienes excusa, oh hombre, no importa quién seas tú que juzgas; porque en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, pues tú que juzgas haces lo mismo. - Romanos 2:1