Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario como un favor sino como una deuda.
Ahora bien, el dinero que se le paga a alguien por un trabajo no es ningún regalo, sino algo que se le debe.
Al que trabaja no se le cuenta el salario como favor sino como deuda;
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
Pero al que obra no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.