Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus decretos.
Aunque ya estoy viejo y arrugado, no me olvido de tu palabra.
Aun hecho igual que un pellejo que se ahúma, de tus preceptos no me olvido.
/nPorque estoy como el odre al humo; /nPero no he olvidado tus estatutos.
Porque estoy como el odre al humo; Mas no he olvidado tus estatutos.