Sus magistrados en medio de ella son leones rugientes. Sus jueces son lobos vespertinos que no dejan hueso para la mañana.
Las autoridades que están en ella son leones rugientes, sus gobernantes son lobos nocturnos que no dejan nada para la mañana.
»Tus jefes más importantes parecen leones feroces; tus gobernantes parecen lobos, que atacan por la noche y no dejan nada para la mañana.
Sus príncipes, en medio de ella, son leones rugientes, sus jueces, lobos de la tarde, que no dejan un hueso para la mañana.
Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.
Sus príncipes en medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana.