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El rey Salomón reinó sobre todo Israel.
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Estos fueron los oficiales que tenía: Azarías hijo de Sadoc era el sacerdote.
3
Elijoref y Ajías, hijos de Sisa, eran los escribas. Josafat hijo de Ajilud era el cronista.
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Benaías hijo de Joyada estaba al mando del ejército. Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes.
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Azarías hijo de Natán estaba al mando de los gobernadores. Zabud hijo de Natán era sacerdote y amigo del rey.
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Ajisar era el administrador del palacio. Y Adoniram hijo de Abda estaba a cargo del tributo laboral.
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Salomón tenía doce gobernadores en todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerle durante un mes al año.
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Estos eran sus nombres: Ben-hur, en la región montañosa de Efraín.
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Ben-decar, en Macaz, Saalbim, Bet-semes y Elon-bet-janán.
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Ben-jésed, en Arubot. Este también lo era en Soco y en toda la tierra de Hefer.
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Ben-abinadab, en toda Nafot-dor. Este tenía por mujer a Tafat hija de Salomón.
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Baaná hijo de Ajilud, en Taanac y Meguido, y en todo Bet-seán, que está cerca de Zaretán, más abajo de Jezreel; y desde Bet-seán hasta Abel-mejola y hasta la otra parte de Jocmeam.
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Ben-geber, en Ramot de Galaad. Este también lo era en las aldeas de Jaír hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad. Tenía también la región de Argob, que estaba en Basán; sesenta grandes ciudades con muros y cerrojos de bronce.
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Ajinadab hijo de Ido, en Majanaim.
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Ajimaas, en Neftalí. Este también tomó por mujer a Basemat hija de Salomón.
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Baaná hijo de Husai, en Aser y en Alot.
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Josafat hijo de Parúaj, en Isacar.
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Simei hijo de Ela, en Benjamín.
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Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, en la tierra de Sejón rey de los amorreos, y de Og rey de Basán. Y había un solo gobernador en la tierra
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de Judá. Israel era numeroso, como la arena que está junto al mar en multitud; y comían, bebían y se regocijaban.
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Salomón gobernaba sobre todos los reinos, desde el Río hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera con Egipto. Traían tributo y servían a Salomón todos los días de su vida.
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Las provisiones diarias de Salomón eran: 30 coros de harina refinada, 60 coros de harina corriente,
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10 vacunos de engorde, 20 vacunos de pasto y 100 ovejas, sin contar los venados, las gacelas, los corzos y las aves engordadas.
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Porque él dominaba en toda la región al oeste del Río, desde Tifsaj hasta Gaza, sobre todos los reyes del oeste del Río, y tuvo paz por todos los lados en derredor suyo.
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Judá e Israel, desde Dan hasta Beerseba, vivían seguros todos los días de Salomón, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera.
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Salomón tenía 4.000 establos para los caballos de sus carros, y 12.000 jinetes.
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Los gobernadores proveían, cada uno durante un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón, haciendo que nada faltase.
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También hacían llevar cebada y paja para los caballos y para los corceles al lugar donde él estaba, cada uno conforme a su cuota.
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Dios dio a Salomón sabiduría, gran entendimiento y amplitud de corazón, como la arena que está a la orilla del mar.
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La sabiduría de Salomón sobrepasaba la de todos los orientales y toda la sabiduría de los egipcios.
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El fue el más sabio de todos los hombres: más que Eitán el ezrajita y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Majol. Su nombre llegó a ser conocido en todas la naciones de alrededor.
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Salomón compuso 3.000 proverbios y 1.005 poemas.
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También disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en la pared. Asimismo, disertó acerca de los cuadrúpedos, las aves, los reptiles y los peces.
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De todos los pueblos venían para escuchar la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.