Jeremías 3:8

Ella vio que precisamente porque la apóstata Israel había cometido adulterio, yo la había despedido y le había dado carta de divorcio. Pero su hermana, la desleal Judá, no tuvo temor; más bien, fue y se prostituyó ella también.

Otras versiones de la Biblia

y vio[1] también que yo había repudiado a la apóstata Israel, y que le había dado carta de divorcio por todos los adulterios que había cometido. No obstante, su hermana, la infiel Judá, no tuvo ningún temor, sino que también ella se prostituyó.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Aunque supo que yo rechacé a Israel, me fue infiel y me puso en vergüenza al adorar a otros dioses.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

vio que a causa de todas las fornicaciones de Israel, la apóstata, yo la había despedido dándole su carta de divorcio; pero no hizo caso su hermana Judá, la pérfida, sino que fue y fornicó también ella,

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Que yo lo había visto; que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la había despedido, dándole la carta de su repudio; y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 7
    Y dije: ‘Después que ella hizo todo esto, volverá a mí.’ Pero no volvió; y lo vio su hermana, la desleal Judá.
  • 8
    Ella vio que precisamente porque la apóstata Israel había cometido adulterio, yo la había despedido y le había dado carta de divorcio. Pero su hermana, la desleal Judá, no tuvo temor; más bien, fue y se prostituyó ella también.
  • 9
    Y sucedió que a causa de que su prostitución le era liviana, se prostituyó con la piedra y con el árbol, y profanó la tierra.

Imagen del verso

Ella vio que precisamente porque la apóstata Israel había cometido adulterio, yo la había despedido y le había dado carta de divorcio. Pero su hermana, la desleal Judá, no tuvo temor; más bien, fue y se prostituyó ella también. - Jeremías 3:8