Jeremías 4:4

Circuncidaos para Jehovah; quitad el prepucio de vuestro corazón, oh hombres de Judá y habitantes de Jerusalén. No sea que por la maldad de vuestras obras mi ira salga como fuego y arda, y no haya quien la apague.

Otras versiones de la Biblia

Habitantes de Judá y de Jerusalén, marquen su *corazón con la señal del *pacto: circuncídense para honrar al Señor, no sea que por la maldad de sus obras mi furor se encienda como el fuego y arda sin que nadie pueda apagarlo.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Circuncidaos para Yahveh y extirpad los prepucios de vuestros corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; no sea que brote como fuego mi saña, y arda y no haya quien la apague, en vista de vuestras perversas acciones.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Circuncidaos a Jehová, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Circuncidaos a Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 3
    Porque así ha dicho Jehovah a los hombres de Judá y de Jerusalén: —Abríos surcos y no sembréis entre espinos.
  • 4
    Circuncidaos para Jehovah; quitad el prepucio de vuestro corazón, oh hombres de Judá y habitantes de Jerusalén. No sea que por la maldad de vuestras obras mi ira salga como fuego y arda, y no haya quien la apague.
  • 5
    Declarad en Judá y hacedlo oír en Jerusalén, diciendo: '¡Tocad la corneta en el país! Pregonad a plena voz y decid: ‘¡Reuníos y entremos en las ciudades fortificadas!

Imagen del verso

Circuncidaos para Jehovah; quitad el prepucio de vuestro corazón, oh hombres de Judá y habitantes de Jerusalén. No sea que por la maldad de vuestras obras mi ira salga como fuego y arda, y no haya quien la apague. - Jeremías 4:4