Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.*
Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre.
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del Hombre que está en el cielo.