El mundo no puede aborreceros a vosotros; pero a mí me aborrece porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
El mundo no tiene motivos para aborrecerlos; a mí, sin embargo, me aborrece porque yo testifico que sus obras son malas.
La gente de este mundo no los odia a ustedes. Pero a mí me odia porque les digo que su conducta es mala.
El mundo no puede odiaros; a mí sí me aborrece, porque doy testimonio de que sus obras son perversas.
No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.