Lamentaciones 1:9

Su inmundicia está en sus faldas; no tuvo en cuenta su final. Asombrosamente fue traída abajo y no hay quien la consuele. 'Mira, oh Jehovah, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.'

Otras versiones de la Biblia

Tet - Sus vestidos están llenos de inmundicia; no tomó en cuenta lo que le esperaba. Su caída fue sorprendente; no hubo nadie que la consolara. '¡Mira, Señor, mi aflicción! ¡El enemigo ha triunfado!'

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

¡Asombrosa ha sido tu caída! ¡No hay nadie que te consuele! Jamás pensaste en llegar a ser tan despreciada, y ahora exclamas: «Mis enemigos me vencieron. ¡Mira, Dios mío, mi aflicción!»

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

= Tet. = Su inmundicia se pega a su ropa; no pensó ella en su fin, ¡y ha caído asombrosamente! No hay quien la consuele. «¡Mira, Yahveh, mi miseria, que el enemigo se agiganta!»

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

/nSu inmundicia está en sus faldas, y no se acordó de su fin; /nPor tanto, ella ha descendido sorprendentemente, y no tiene quien la consuele. /nMira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Su inmundicia está en sus faldas; no se acordó de su postrimería: Por tanto ella ha descendido maravillosamente, no tiene consolador. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 8
    Gran pecado ha cometido Jerusalén, por lo cual ha llegado a ser cosa inmunda. Todos los que la honraban la desprecian, porque han mirado su desnudez. Ella también suspira y se vuelve atrás.
  • 9
    Su inmundicia está en sus faldas; no tuvo en cuenta su final. Asombrosamente fue traída abajo y no hay quien la consuele. 'Mira, oh Jehovah, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.'
  • 10
    Su mano extendió el adversario a todas sus cosas preciosas, cuando ella vio entrar en su santuario a las gentes, de quienes mandaste que no entrasen en tu congregación.

Imagen del verso

Su inmundicia está en sus faldas; no tuvo en cuenta su final. Asombrosamente fue traída abajo y no hay quien la consuele. 'Mira, oh Jehovah, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.' - Lamentaciones 1:9