El iracundo tendrá que afrontar el castigo; el que intente disuadirlo aumentará su enojo.[4]
Quien fácilmente se enoja sufrirá las consecuencias; no tiene caso calmarlo, pues se enciende más su enojo.
El iracundo carga con la multa; pues si le perdonas, se la tendrás que aumentar.
/nEl de grande ira llevará la pena; /nY si usa de violencias, añadirá nuevos males.
El de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males.