Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.
Por eso, los que viven obedeciendo sus malos deseos no pueden agradarlo.
así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios.
y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios.